Chile: La saludable rebelión
de los estudiantes
Fernando
de la Cuadra
ALAI AMLATINA
Se puede considerar el día
12 de mayo como el reinicio de
las movilizaciones estudiantiles
en Chile. Precisamente en esa
fecha fue convocada la primera
manifestación nacional de los
universitarios afiliados a la
Confederación de Estudiantes de
Chile (CONFECH). A partir de ese
día los estudiantes irrumpieron
en la noticia como una voz
renovada y poderosa en contra de
la deteriorada situación en que
se encuentra la educación en
Chile.
La impresionante adhesión que
fue adquiriendo el movimiento se
debe a una constelación de
factores que poseen, por una
parte, una dimensión histórica
alimentada por una frustración
acumulada a través de dos
décadas. Las causas de esta
insatisfacción son variadas y
muchas de ellas –que ya se
habían presentado en los
consecutivos gobiernos de la
Concertación- muestran el punto
de saturación y fastidio
creciente que se venía incubando
entre los chilenos desde la
aplicación del modelo neoliberal
a mediados de los años setenta.
Por otra parte, el conflicto de
los universitarios posee un
carácter más coyuntural y fue
adquiriendo una relevancia mayor
en la medida que la política del
gobierno de centro-derecha fue
cada vez más errática.
En efecto, desde que asumió la
presidencia el abanderado de la
"Coalición por el Cambio",
Sebastián Piñera, las
manifestaciones de descontento
han ido adquiriendo una
creciente fuerza en vastos
sectores de la ciudadanía. A
esta decepción y cansancio de la
gente, se suman todas las
promesas incumplidas por el
actual mandatario, que más bien
parece encarnar una línea de
continuidad con las
administraciones que tanto
reprochaba. Contrariando todo
aquello que fue excesivamente
publicitado durante su campaña
presidencial – usando el slogan
de "la fuerza del cambio"-
Piñera y sus correligionarios se
han revelado totalmente
inmóviles e incompetentes para
formular una política de Estado
orientada a resolver los
persistentes problemas de
justicia social, exclusión y
desigualdad aún imperantes en
Chile.
Ciertamente, es la ausencia de
una vocación de estadista y el
abandono de una perspectiva de
lo público en diferentes
ámbitos, lo que constituye el
foco central de los
cuestionamientos a la gestión
del mandatario y su coalición de
centro-derecha. Formateado como
un gobierno de empresarios, los
problemas de "conflictos de
interés" han sido la tónica de
la reciente administración.(1)
Pero no sólo eso, el desprecio
por todo aquello que implica lo
público se hace evidente también
en los miembros del gobierno que
formados bajos los preceptos del
neoliberalismo, siempre
consideraron que el Estado es la
máxima expresión de la
ineficiencia y que, por el
contrario, piensan que el
bienestar de las personas es una
consecuencia casi exclusiva del
esfuerzo e iniciativa de cada
uno y no un resultado de las
políticas públicas.
La percepción de la ciudadanía
con respecto a la falta de
preocupación por los asuntos
públicos hay que sumarle el
conjunto de deudas pendientes
dejadas por los gobiernos
anteriores, a saber: manutención
de la Constitución heredada del
régimen militar y del sistema
binominal; exclusión de las
minorías, administración del
modelo neoliberal,
privatizaciones, desregulación
de las actividades empresariales
y de las formas como opera el
capital financiero,
flexibilización y precariedad
laboral, sistema de pensiones
con capitalización individual,
aplicación de un sistema
tributario regresivo que
privilegia las grandes fortunas
en desmedro de la totalidad de
contribuyentes, endeudamiento
generalizado, deficiencia de los
servicios educativos y de salud,
una legislación ambiental
insuficiente que no consigue
frenar la acción predatoria de
las empresas o la consagración
de valores individualistas y de
brutal competencia entre las
personas.
De esta manera, la carencia de
una política de Estado en temas
como educación, salud, empleo o
seguridad social han generado un
amplio sentimiento de rechazo
por parte de diversos sectores
de estudiantes, profesores,
funcionarios de la salud,
deudores hipotecarios, empleados
públicos, jubilados,
consumidores, pueblos
originarios, ecologistas y de la
ciudadanía en general. (2) Las
marchas y protestas que en sus
orígenes poseían una demanda
sectorial se han transformado en
un gran movimiento nacional que
cuestiona profundamente las
bases del modelo económico y
social sobre el que se ha
instaurado el "milagro" chileno.
Desde los trabajadores del cobre
que se oponen a la privatización
de los recursos minerales,
pasando por los deudores
hipotecarios y las familias
afectadas por el terremoto que
todavía se encuentran viviendo
en carpas improvisadas, hasta
los estudiantes secundarios y
universitarios que exigen una
educación pública de calidad o
los grupos que luchan contra la
construcción de cinco represas
en la región sur (HidroAysén),
todos en suma se han ido
articulando en torno de un
proyecto que ponga fin a la
política vigente que sólo genera
mayor desigualdad y
discriminación entre los
chilenos.
Incapaz de resolver dichas
exigencias, el actual mandatario
ha perdido en muy pocos meses
toda y cualquier credibilidad,
inclusive entre sus electores.
Una de esas promesas fue mejorar
la calidad de la educación, lo
que ciertamente no ha sucedido.
Por lo mismo, en el último año
han explotado innumerables
protestas por la calidad de la
Educación Secundaria y Superior,
y cientos de colegios,
institutos y universidades han
sido ocupados por los
estudiantes. Durante más de
cinco meses miles de alumnos han
marchado por el centro de
Santiago y de las principales
ciudades del país, en contra de
la privatización y
mercantilización de la educación
en Chile. Al respecto, un vocero
de la Confederación de
Estudiantes de Chile (CONFECH)
señaló que está en proceso de
construcción un petitorio único
que congregue los intereses del
movimiento estudiantil en su
conjunto. Entre las principales
demandas elaboradas por los
estudiantes –además de la
exigencia de una educación
pública gratuita y de calidad-
se menciona eliminar el lucro
por parte de los entes
educacionales, el fin de la
educación municipalizada, la
realización de mejoras en la
infraestructura de los
establecimientos de enseñanza
básica, media y superior y
finalmente, que el pase escolar
sea gratuito durante todo el
año.
Pingüinos 2.0: La lucha continua
Un importante aspecto a destacar
de estas movilizaciones, es que
ellas son integradas
fundamentalmente, tanto en sus
bases como en sus dirigencias,
por estudiantes que durante el
año 2006 participaron
activamente en el movimiento
secundario, conocido como la
"rebelión de los pingüinos". De
esta manera, sus protestas, hoy
al igual que hace cinco años,
desnudaron el colapso del
sistema político y del modelo
socioeconómico imperante en
Chile desde la época del régimen
militar.
Después de prácticamente cuatro
meses de represión, los
estudiantes consiguieron una
audiencia con el Presidente
Piñera para exponer sus
demandas. La principal de ellas
– como ya señalamos- es la
instauración de un sistema
educacional público con
gratuidad para todos, fundado en
un marco democrático y
pluralista, orientado a la
producción de conocimiento para
un desarrollo integral e
igualitario y para atender las
necesidades del pueblo chileno,
en toda su diversidad y
multiculturalidad.
Para financiar este sistema los
estudiantes proponen algunas
medidas que siempre aparecen en
el debate, pero que hasta ahora
nunca fueron ejecutadas, como
por ejemplo, la realización de
una reforma tributaria de
carácter más equitativa, o sea,
que aumente progresivamente la
tributación de las grandes
fortunas y de las grandes
empresas. Ellos también sugieren
una nacionalización de todas las
minas de cobre, entregadas o
"concesionadas" al capital
privado inmediatamente después
del Golpe de Estado de 1973.
Para aplicar tales políticas, el
régimen político binominal ha
representado un serio obstáculo,
por lo tanto, los estudiantes
finalmente sustentan la
necesidad de cambiar este
sistema por uno que sea una
expresión más proporcionalmente
fidedigna de las decisiones y
preferencias de los electores.
El último plebiscito convocado
por los estudiantes -junto a
otras organizaciones gremiales,
políticas y sociales- demostró
la mayoritaria adhesión de la
ciudadanía a propuestas como una
educación pública gratuita (96%)
o el fin del lucro con fondos
públicos en todos los niveles de
la educación (90%).(3)
¿Cuál es el futuro de estas
movilizaciones? Consideramos que
independiente de los acuerdos
concretos a los que el
movimiento estudiantil pueda
alcanzar en algún momento con
los representantes del
gobierno(4), lo importante es
que sus demandas y su crítica
radical del modelo económico,
social y ambiental imperante en
Chile, concitaron la adhesión de
vastos sectores de la ciudadanía
y despertó la conciencia crítica
de la sociedad chilena, una
sociedad dividida y paralizada
por las heridas y traumas del
pasado.
En su meritorio y heroico
intento de cambiar el modelo
educacional chileno, los
estudiantes están indicando una
agenda de transformaciones
relevantes para el país, la cual
fue postergada por los
trabajadores y los partidos
políticos. Los estudiantes
representan actualmente un actor
sin miedo, movilizado en plazas
y calles, articulado a través de
todo el país, que utiliza formas
democráticas de funcionamiento,
con amplio consenso social y que
posee una agenda de mudanzas que
van mucho más allá de la simple
indignación o de la rabia
contestataria.
Aunque el destino y el éxito de
las diversas estrategias
seguidas por el movimiento sean
inciertas, nos atrevemos a
sustentar que a pesar de la
creciente acción represiva
contra ellos(5), estas marchas y
protestas van a continuar por un
largo período, en un proceso no
lineal de avances y retrocesos,
de negociación y de rupturas, de
conquistas y derrotas, de
cooptación y de resistencia. Lo
que sí está claro, es que la
sociedad chilena se encuentra
retomando sus luchas históricas
y, por eso mismo, cimentando una
nueva subjetividad al calor de
las manifestaciones. Con los
conflictos emergiendo
permanentemente al plano de lo
"visible" y concreto, la
democracia se hace en definitiva
más saludable, rejuvenece, se
fortalece y profundiza, ya que
sabemos que el exceso de
consenso puede ocultar
generalmente el miedo y la
apatía, sentimientos enormemente
perniciosos cuando se ciernen
sobre una comunidad o país que
aspira a construir un futuro más
justo y fraterno.
Notas:
(1) Es necesario consignar, que
al comenzar su mandato, Piñera
nominó varios empresarios para
asumir importantes pastas del
gobierno (Relaciones Exteriores,
Economía, Minas y Energía, Obras
Públicas, Agricultura),
situación que ha ido cambiando
en el transcurso de su
administración, reemplazando
algunos de ellos por ministros
con un perfil más "político".
(2) En la última encuesta
realizada por el CERC (Centro de
Estudios de la Realidad
Contemporánea) se constata que
el nivel de aprobación del
gobierno solamente alcanza a un
22% y, por el contrario, el
índice de desaprobación se elevó
a un 66%. Por su parte, la falta
de credibilidad en el Presidente
Piñera llega a unos 83%, sumados
los que directamente no creen
nada (67%) y los que sólo creen
un poco (16%).
(3) Plebiscito informal y no
vinculante realizado durante los
días 7 y 8 de octubre a partir
de una convocatoria de la Mesa
Social por la Educación que
congrega diversas entidades como
el Colegio de Profesores de
Chile, Confederación de
Trabajadores del Cobre,
Patagonia sin represas, CONFECH,
Confederación de Estudiantes
Secundarios (CONES), etc.
(4) En este momento, el dialogo
entre el gobierno y los
estudiantes se encuentra
congelado.
(5) Existen fuertes indicios de
que la represión contra el
movimiento estudiantil y otros
sectores movilizados se puede
profundizar en lo que resta del
mandato de Piñera, dado que el
gasto en sistemas de
inteligencia, vigilancia y
seguridad ha aumentado
considerablemente.
Además, la campaña anti-delincuencia
está siendo utilizada como
pretexto para montar una red de
control, seguimiento y espionaje
sobre la población en general,
en el marco de aquello que se ha
denominado Doctrina de Seguridad
Ciudadana.
- Fernando de la Cuadra es
Doctor en Ciencias Sociales.
Investigador del
Laboratorio de Estudios de la
Violencia (LEV) y de la Red
Universitaria
de Pesquisadores sobre América
Latina (RUPAL).
fmdelacuadra.blogspot.com
Agencia Latinoamericana de
Información
info@alainet.org
Gentileza:: Alai-AmLatina
[alai-amlatina@alai.info]
paginadigital |